miércoles, 11 de diciembre de 2013

Crónica de la presentación en Antonio Machado

La semana pasada tuvo lugar en la librería Antonio Machado del Círculo de Bellas Artes la segunda presentación de Títeres de Sangre. Fue un evento tan entretenido y completo que resultó más largo de lo previsto (los libreros tuvieron la enorme gentileza de dejarnos continuar a puerta cerrada, un detalle que todos valoramos y agradecimos con aplausos), lleno de detalles sobre la novela, carcajadas y un ambiente excepcional. Con la fluidez de un encuentro entre amigos pero excepcionalmente dirigido bajo la batuta de Iria Parente, que vino cargada de notas sobre la novela: observaciones, referencias, comentarios... Iria no sabe hace un trabajo a medias y se nota. Hablamos de los personajes que pueblan Títeres de Sangre, de los escenarios (tanto Iria como Mar afirmaron que en sus páginas se encuentran los pasajes más visuales y atractivos de la saga hasta ahora), en qué he evolucionado como autor -gracias, como comenta Carlos Sisí en la presentación del libro, al enorme feedback que recibí de la primera entrega, ¡que no pare la cosa!-, lo que he querido transmitir con este libro, en qué se diferencia de la primera entrega... No quedó, y pido perdón de corazón por la calidad de la broma, títere con cabeza.


Cuervos, híbridos, trasgos y carcajadas

 Los asistentes y el público, de cachondeo. De izquierda a derecha: Bárbara Hernández, portadista y mano derecha del Equipo Trasgo; Juan Díaz, hombre del renacimiento y autor de las ilustraciones que engalanan los marcapáginas; un tipo que todavía no se cree la aventura en la que está metido; Iria Parente, revisora de Títeres de Sangre y Mar del Valle, criatura y retratista de Asanjo, el híbrido de Othramaras.

 Bárbara, una nota de rosa entre tanta oscuridad, comentando:
a) Cómo fue el proceso de creación de la portada que tanto ha gustado.
b) Cómo guió a Juan mientras este dibujaba a Naié, apuntándole hasta los más pequeños detalles.
c) Cómo ha cambiado la comunicación entre los miembros del Equipo Trasgo, sacrificando lenguaje en favor de una mayor compenetración y cierto grado de telepatía.
d) Detallando cuánto me odia por incluir tanto sufrimiento en la saga del trasgo.

Si me llegan a decir hace unos años que iba a presentar en la librería Antonio Machado del Círculo de Bellas Artes, hubiese sonreído de puntiaguda oreja a puntiaguda oreja. Ilusionado pero incrédulo.
Ahora también sonrío, pero de alegría.

El Cuervo fue uno de los protagonistas de la presentación. No podía ser de otro modo. Con su presencia y el rol que desempeña en la novela, reclamó la portada de Títeres de Sangre para sí. Bárbara y yo estuvimos de acuerdo en ello desde el principio: ella lo expresó con mucha elocuencia al comentar que para la portada de La Ciudadela y la Montaña el trato que nos dispensamos el uno al otro era mucho más profesional, aséptico. Desde entonces ha pasado un año, nos hemos hecho buenos amigos y la confianza ha hecho estragos en cualquier seriedad que pudiese quedar en el proceso creativo de El Rey Trasgo. Bastó una llamada, un intercambio de frases y un buen rato de nerviosas carcajadas para tener claro que la portada iba a ser para El Cuervo.

A título personal, el Cuervo es uno de los elementos que más me divirtió escribir y del que más orgullo estoy: supe desde los primeros esbozos de la historia que estaría en ella; intrigando, maquinando, hurgando en las vidas de quienes rodean como su ave totémica rebusca en la carroña que la alimenta. El Consejo de Thorar, al que pertenece, es así mismo otro de los elementos con los que más disfruté. A lo largo de mi vida, he observado que las personas más inteligentes tienden a ser también las más excéntricas. Hay excepciones, por supuesto, pero hasta las más sobrias llevan esa sobriedad hacia lo genial, haciendo de ello no solo un rasgo de personalidad sino un signo identitario. Por lo tanto, si el Consejo de Thorar estaba compuesto por los individuos más brillantes de la nación más poderosa del continente... ¿quiénes iban a formarlo, sino una galería de personajes extraños, retorcidos, brillantes?

Los miembros del Consejo son, además, expresiones de esa permanente alerta en la que vive Thorar: es una tierra de supervivientes que ha pagado con sangre su papel en el continente y esa naturaleza encuentra reflejo en los cinco consejeros. Cada uno encarna una forma de protección. Ya sea con arrogancia, a través del aislamiento, de una perfectamente calculada equidistancia o de la serena observación, cada consejero hace suya la necesidad de Thorar de mantenerse a salvo en un continente cada vez más convulso. En el caso del Cuervo, tendréis que leer la novela para conocer más detalles, pero como dije en la presentación, es un personaje que se defiende atacando, que manipula el mundo que le rodea para protegerse de él.


Juan Díaz, autor de las ilustraciones, explicó su diseño del personaje: las garras de metal, la capa de plumas y la máscara se mencionan específicamente en la novela, pero Juan consiguió darles protagonismo por separado y que a la vez estuviesen integradas en un todo aterrador. Para el diseño de la máscara se inspiró en imágenes de los "doctores de la peste" y como colofón, dibujo una rejilla sobre los ojos del Cuervo. ¿Por qué? "Cuando estaba terminando de dibujarlo, pensé que el único modo que tendría alguien de tocar a la persona que se esconde debajo de la guisa del Cuervo era a través de los ojos de la máscara", explicó, "así que tapé también esos accesos con una rejilla para que estuviese completamente aislado del exterior". Lo bueno de contar con ilustradores tan buenos es que no solo entienden el dibujo que están haciendo, sino al personaje al que están dibujando, y con su punto de vista y su creatividad añaden detalles tan chulos como este.


En el continente hay monstruos, pero no todos tienen un aspecto grotesco: otros lucen una envidiable planta, un físico imponente... y su naturaleza monstruosa tiene matices. Como Ferdinand de Grithar. Junto al Cuervo, fue el otro personaje que tenía claro desde la concepción de Títeres de Sangre que iba a desempeñar un rol clave. De hecho, cuando la novela aún estaba en pañales y ni siquiera terminada, envié a Bárbara -con el objetivo de hacerle sufrir un poco- un fragmento de la misma, cuyo protagonista es Ferdinand, y nos odió a ambos: a autor y a creación. Fue ella quien dijo en la presentación de Fuenlabrada que en El Rey Trasgo no hay personajes, sino personas, y era lo que aspiraba a crear con Ferdinand, una persona. ¿Qué empuja a un ser humano a lo atroz? ¿Cuáles son los hilos que tiran de quien a ojos de los demás no es sino un monstruo?

El diseño de Juan para Ferdinand es un placer para la vista. Ferdinand viene de Grithar, una nación norteña, costera y muy lluviosa, por lo que su armadura está llena de motivos marinos: fijaos en los nautilos que le protegen los hombros, las estrellas de mar que cubren las axilas, las conchas en rodillas y vientre, hasta el oleaje que adorna su pecho. Todo ello funcional y, pese a tratarse de una novela de fantasía, anclado en la realidad. Una pasada. El motivo por el que mira a sus espaldas tampoco es trivial, pero para entender los motivos lo mejor que podéis hacer es zambulliros en las páginas de Títeres y descubrirlos por vosotros mismos.

De los tres personajes que completan los marcapáginas de Títeres de Sangre es mejor no hablar para evitar posibles spoilers para aquellos que no han leído La Ciudadela y la Montaña. De todos modos, los cuelgo aquí para que podáis disfrutar del gran trabajo hecho por Juan Díaz: el grado de detalle y la expresividad que imprime en cada uno de sus trabajos es algo digno de ser contemplado.




¿Cuándo tendrán lugar las próximas presentaciones? Habrá fechas concretas después de las vacaciones de Navidad. Mis objetivos están claros: Barcelona, Valencia y Sevilla. Y lo que surja, claro. De momento me han propuesto hasta hacerme una entrevista en un castillo durante mi visita a una de estas ciudades. My, oh my. ¡Ah! Y en lo que queda de año habrá una sorpresa más, traída de la frontera entre el delirio y el misterio. Y no puedo decir más. Estad atentos.

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